Pamplona - Abr 2023
Quizás muchas de vosotras no habéis oído hablar aún sobre la endometriosis, pero esta patología cada vez está más presente en nuestro entorno a través de distintos síntomas de endometriosis. Y no, no es porque ahora haya más, si no porque ahora se conoce, se investiga, y se diagnostica con más frecuencia (aunque falta muchísimo camino por recorrer). Antes de comenzar a introducirnos en el núcleo del blog de esta semana, debemos dejar claro que la información que aparece a continuación no debe utilizarse para autodiagnosticarse. Si te sientes identificada con lo descrito en las próximas líneas, te aconsejamos que acudas a un especialista para que evalúe de forma individualizada tu caso.
Vayamos al principio. El útero está recubierto por una capa que va creciendo a lo largo del ciclo que se llama “endometrio”. Esta capa, la visualizamos cómo un nórdico. Esté nordico se prepara para proteger y mantener agustito a nuestro bebé en caso de que se produzca la fecundación, pero, ¿y qué pasa cuando no se produce la fecundación? Que nos baja la regla. Así es, la sangre que expulsamos a través de la vagina es el nórdico que ha producido nuestro cuerpo durante los anteriores 22 días (dependiendo cuantos días dura las fases de tu ciclo). Y en cuanto se acaba la fase de sangrado, nuestro cuerpo comienza a tejer un nuevo nórdico.
Pero en el caso de la endometriosis, este nórdico no solo se produce en el útero, se puede extender a diferentes estructuras de alrededor, incluso al pulmón (en casos extremos), y es ahí donde empieza el problema.
Todo esto está sujeto a que se considere una patología estrógeno dependiente, benigna y sistémica.
Uno de los más nombrado es la dismenorrea, el dolor de regla. Seguido de dolor lumbar o abdominal, así como dolor pélvico que se asocia con el llenado de la vejiga, defecación y la actividad sexual. También podemos sentir fatiga, menstruaciones abundantes, infertilidad y ansiedad o depresión e hinchazón abdominal.
Se cree que estos síntomas ocurren como resultado de una alteración en el funcionamiento hormonal, neurológico e inmunológico. Por lo que estos procesos pueden contribuir a aumentar la susceptibilidad a la infección por COVID-19, provocando un empeoramiento de los síntomas.
En la revisión sistemática y metaanálisis citado abajo del texto, vieron que aproximadamente las pacientes que tenían endometriosis tienen un 50% más de probabilidades de contraer el COVID-19, respecto a la población general. Además, vieron que los síntomas podrían aumentar específicamente en cuanto a la dismenorrea, la ansiedad y la depresión. Aumentando los focos de inflamación de sensibilización periférica y central, empeorando el cuadro clínico. Por lo que esté agravado en el tiempo, y esta temporalización sumada meses tras meses, podría activar mecanismos de sensibilización e inflamación mayores, agravando la sintomatología.
Son múltiples las formas que podemos ofrecer los fisioterapeutas a la hora de tratar a las pacientes que padecen los síntomas de endometriosis. La primera de todas, es comprender qué es lo que está sucediendo en nuestro cuerpo. Entender cuáles son los mecanismos que activan, incrementan o disminuyen los síntomas. En este punto es clave entender cómo funciona el dolor y la inflamación, y cómo influye en estos los hábitos que tenemos. Un descanso poco reparador, una alimentación que condicione un estado proinflamatorio, una deshidratación continua, una escasa exposición a la luz solar y situaciones que están generando estrés, angustia o desesperanza, impactan directamente sobre la percepción de los síntomas, y por tanto sobre la calidad de vida.
Desde Pelvia, podemos analizar cuales de estos factores pueden estar influyendo más y ayudaros a gestionarlos de manera óptima.
Por otro lado, la terapia manual o el ejercicio terapéutico son herramientas eficaces y disponibles que podemos ofreceros para aliviar y manejar la sintomatología que perjudica tanto vuestra calidad de vida, y vuestro día a día. Son múltiples las tensiones que se crean alrededor de la pelvis, incluso en la zona abdominal que provocan dolor y un aumento de las sensaciones físicas desagradables. Por lo que trabajarlas será vital para poder sentirnos mejor.
Si quieres saber qué otras opciones pueden ayudarte a recuperar tu calidad de vida, tienes dudas o quieres consultar cualquier idea que ronde en tu cabeza, no dudes en ponerte en contacto con nosotras. En Clínica Pelvia, estamos para ayudarte y ofrecerte el mejor tratamiento.
FUENTE:
Kabani, Z. (s. f.). Endometriosis and COVID-19: A Systematic Review and Meta-Analysis. PubMed Central (PMC).
Artículo de: Nerea Argüelles. Fisioterapeuta. Equipo Pelvia