Pamplona - Oct 2020
El suelo pélvico, es una parte del cuerpo a menudo ignorada, incluso podríamos decir olvidada, y sin embargo, tan importante para disfrutar de un buen embarazo, para el buen desarrollo del parto y sobre todo para un buen postparto.
El trabajo del suelo pélvico en el embarazo, como decía mi querido Roland Leclerc, se dirige no solo al aspecto estructural de la zona que debemos saber descubrir, sino también a su valor simbólico, y sus lazos intimos y profundos con nuestra sexualidad.
Tanto para los hombres como para las mujeres, el suelo pélvico es el lugar donde se exprime el deseo y el no deseo. Que salga a la luz cuando se espera el nacimiento de un niño, no es casualidad. Esta parte del cuerpo tendrá su estima o su rechazo, sus debilidades y sus sufrimientos. A conocer y a descifrar.
El suelo pélvico, aunque está situado en nuestra zona íntima es un músculo que puede ejercitarse y masajearse para estar preparado, protegido y sano como cualquier otro músculo del organismo.
Cuidarlo durante el embarazo contribuye a unos mejores resultados durante el parto. Su elasticidad y su tonicidad ayudarán en gran medida al bebé en el momento del parto en el que pasa a través de la vagina de su mamá.
Y del mismo modo, cuidarlo durante el embarazo nos ayudará a favorecer su recuperación postparto, en lo que se refiere a nuestra continencia y la calidad de nuestra vida sexual.
Antes de hablar de la técnica de masaje perineal en el embarazo, es útil recordar que es una experiencia positiva para cualquier mujer; el hecho de intentar descubrir su suelo pélvico, masajearlo y ejercitarlo.
Como decíamos, el suelo pélvico es el lugar de paso del bebé, pero antes de eso, es el órgano de la sensualidad, de sexualidad e igualmente lugar de eliminación.
Como todo el resto del cuerpo, este lugar está impregnado de experiencias buenas y menos buenas. Puede ser vivido como intocable por uno mismo, pudiendo incluso llegar a sentir rechazo, lo cual podría limitar o impedir la práctica del masaje.
Solamente con tranquilidad y respetando las emociones que pueden esconderse es como aprenderemos a conocerlo mejor.
El masaje perineal es una técnica que se realiza en las últimas semanas de embarazo. Es habitualmente realizado y enseñado por un fisioterapeuta experto en suelo pélvico. Y también puede de forma simultánea, practicarse en domicilio sola o a dos, en función de vuestro deseo, de vuestra sensibilidad y elasticidad.
Para realizar el masaje perineal, deberemos elegir un lugar tranquilo, familiar e íntimo. Para estar cómoda, crea un ambiente seguro y relajante (música que te relaje, luz suave, calor). Prepara una toalla, cojines y aceite de masaje perineal.
Adopta una posición confortable, en la que puedas acceder a tu suelo pélvico y realizar el masaje perineal, semi- sentada en la cama o en el borde de la cama si es tu pareja quien lo va a realizar.
Antes de iniciar el masaje, realiza un suspiro profundo y relájate.
Durante el masaje es normal sentir sensación de tirantez y quemazón, pero nunca tiene que ser extremadamente doloroso, respeta los tiempos del tejido.
Te lo explicamos todo paso a paso:
FASE EXTERNA
Dibujamos una «X» rodeando la zona vaginal y anal. Dejamos el dedo corazón e índice de una mano en un punto fijo (isquión-hueso) y dibujamos trazos con el dedo índice de la otra mano sin realizar demasiada presión. Repetir 3 veces cada trazo.
Posteriormente presionar y mantener varios segundos con el dedo índice la zona del perineo o espacio entre la vagina y el ano.
FASE INTERNA
1ª parte: «El reloj», estitar y mantener
Con el dedo índice y corazón de manera interna estiramos en las distintas direcciones marcando las horas del reloj desde las 3h hasta las 9h, (si lo realizas tu misma con el dedo pulgar). Mantenemos la presión unos segundos en el tope, sin causar dolor excesivo y soltamos. Repetir varias veces e insistir donde más resistencia observemos.
2ª parte: «El barrido»
Realizar un masaje circular manteniendo la presión desde las 9h hasta las 7h. Repetir cinco veces.
Recomendamos realizar primero un lado y después cambiando de mano el otro para evitar molestias en la muñeca.
A continuación, realizar un masaje circular manteniendo la presión desde las 3h hasta las 5h. Repetir cinco veces.
3ª parte:
Con el dedo índice y corazón de manera interna estiramos hacia las 6h, en dirección hacia abajo y afuera. Mantenemos la presión unos segundos en el tope, sin causar dolor excesivo. Repetir varias veces.
Importante: Ante cualquier duda consulta con tu fisioterapeuta en suelo pélvico.