Pamplona - Feb 2023
La prostatectomía es la extirpación quirúrgica de la próstata.
La disfunción eréctil es la incapacidad de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales.
Muchos hombres experimentan disfunción eréctil después de la prostatectomía, especialmente si no se realizó una cirugía para preservar los nervios. Dentro de lo posible, todos los cirujanos tratan de preservar las bandeletas neurovasculares durante la cirugía, pese a ello si los análisis muestran una importante extensión del tumor, esto no siempre es posible.
La preservación de los nervios tiene como objetivo preservar los nervios que controlan las erecciones: las bandas eréctiles. Pero estos nervios están pegados a ambos lados de la próstata, por lo que es normal que sufran durante la prostatectomía.
Además la probabilidad de tener disfunción eréctil después de la prostatectomía varía dependiendo de cada caso. Existen múltiples factores que pueden influir en la disfunción eréctil tras la prostatectomía, entre ellos están el posible daño de los nervios durante cirugía, cicatrices de la cirugía y retracciones fibrosas, bajos niveles de testosterona (natural o por causa de terapia hormonal asociada), problemas psicológicos como el estrés, la ansiedad o la depresión.
Los problemas de erección son muy comunes después de una prostatectomía, ya que, a menudo, los nervios quedan afectados durante la cirugía. La regeneración nerviosa natural es un proceso lento, por lo que la disfunción eréctil puede tardar hasta dos años en corregirse.
Los nervios para regenerarse bien necesitan oxígeno. Esta oxigenación está promovida por la circulación sanguínea. Y la mejor manera de promover el flujo sanguíneo a nivel del pene es… ¡la erección!. Por lo tanto, si hay disfunción eréctil, hay disminución del flujo sanguíneo en la zona, lo que no es óptimo para la curación de los nervios eréctiles. Por otra parte, si no hay un flujo de sangre óptimo en los tejidos de los cuerpos cavernosos del pene (responsables de la erección), se atrofian y cuanto más tiempo pasa, más se dificulta la recuperación de su función.
Para contrarrestar esta espiral negativa, sepan señores que siempre es posible tener un orgasmo sin erección, lo que promoverá un flujo de sangre a la región del pene. La estimulación sexual es muy recomendable y debe retomarse después de la prostatectomía: estimulación visual, imaginación erótica y la estimulación manual son diferentes formas de tentar a producir una erección.
Hable con su urólogo, el uso de ciertos medicamentos también podría ayudarle a obtener una erección y con ello promover un aumento del flujo sanguíneo en la zona. Este tipo de medicación que ayuda a la erección también ayuda a preservar la longitud del pene, que a menudo se ve acortado tras la cirugía. Existen también algunas terapias de inyecciones, así como sistemas de bombas de vacío para promover la erección y prevenir la fibrosis.
Los músculos del suelo pélvico juegan un rol importante en el mantenimiento de la erección. Los ejercicios de fortalecimiento del suelo pélvico intervienen en los problemas de disfunción eréctil, ayudando a intensificar la erección cuando es parcial.
Aunque estos problemas pueden resultar difíciles de hablar y de abordar. Le aconsejamos, consulte con médico y con un fisioterapeuta especializado en rehabilitación del suelo pélvico. En Clínica Pelvia contamos con profesionales especialistas en suelo pélvico qué sabrán informarle y ofrecerle el apoyo apropiado en esta etapa. Ayudándole a lidiar con los problemas de incontinencia urinaria y de disfunción sexual.